Protocolos de Estimulación Ovárica Leve y Mínima en FIV

Protocolos de Estimulación Ovárica Leve y Mínima en FIV

Dr. Manuel Lloret
Responsable de la UR HLA La Vega

La Fertilización in vitro (FIV) comenzó con la captación del óvulo procedente del desarrollo monofolicular fisiológico propio de nuestra especie, para ser fertilizado fuera del cuerpo materno y ser transferido posteriormente al útero. La baja tasa de éxito por ciclo en sus inicios condujo a la estimulación ovárica controlada (EOC), mediante unos fármacos llamados Gonadotropinas, aumentando el número de ovocitos obtenidos, lo que nos permite realizar una selección embrionaria para mejorar los resultados.

La tasa de embarazo en un ciclo de FIV se relaciona significativamente con el número de ovocitos recuperados en la punción, lo que derivó en el aumento en las dosis de Gonadotropinas a utilizar para “asegurar” la respuesta ovárica en cada ciclo. Este ha sido el proceder durante años que acarreaban efectos no deseados, tanto en las pacientes como en los resultados del propio ciclo, como eran los ciclos largos y molestos, provocando en ocasiones stress psíco-físico y el abandono del tratamiento, apareciendo la complicación a impedir: el Síndrome de Hiperestimulación ovárica.

Distintas estrategias han perfeccionado los protocolos de estimulación ovárica dirigidas a poder obtener un número óptimo de ovocitos en cada tratamiento evitando riesgos. La actual variedad de fármacos de estimulación ovárica permite combinaciones en muy diferentes formas, lo que permite realizar un planteamiento totalmente individualizado para cada paciente, que es como se entiende hoy día la estimulación ovárica.

El estudio de la Reserva Ovárica, que predice la capacidad de los ovarios para seguir funcionando en el tiempo, y el grado de respuesta a los fármacos que empleamos en la estimulación, es hoy en día imperativo. Se basa en un estudio directo del ovario mediante una ecografía realizada en los primeros días del ciclo y la determinación, entre otras, de la Hormona Antimulleriana, que se puede realizar en cualquier fase del mismo.

La introducción de la vitrificación como método de preservación de óvulos y de embriones ha permitido tener unos resultados muy similares en las trasferencia diferidas a cuando las realizamos en fresco, lo que ha contribuido de forma relevante a evitar el Síndrome de Hiperestimulación.

Estimulación personalizada

El objetivo ideal de un ciclo de Fertilización in Vitro debe ser conseguir embarazo único, sano, con mínimo riesgo para madre e hijo, con la mayor comodidad durante el proceso, y el menor coste posible. Para aplicar un protocolo y personalizar la estimulación hemos de predecir la respuesta ovárica, decidir la medicación adecuada en función del perfil de la paciente, y elegir el día del ciclo de inicio de la estimulación.

El Protocolo de Estimulación Leve contempla la administración de Gonadotropinas en bajas dosis medicación y/o durante menos tiempo en el ciclo para obtener menos de 8 ovocitos. Se puede comenzar la estimulación en el 5º día del ciclo. Con este retraso se pone en marcha una cohorte de folículos de forma más fisiológica y se realiza una selección folicular más natural, llevando al su desarrollo los folículos con mayor número de receptores a la concentración de la FSH (hormona estimuladora del folículo). Estimular en la fase folicular media y tardía puede implicar la producción de embriones de mayor calidad.

El Protocolo de Estimulación Mínima se inicia en el 3º día del ciclo. Es este procedimiento se administran medicamentos orales y de menor potencia que las gonadotrofinas. Supone claramente una FIV más sencilla y mejor tolerada por el menor número de medicación. Suele acompañarse de la vitrificación de los embriones con trasferencia embrionaria selectiva diferida, y permite realizar las estimulaciones de forma consecutiva sin ciclos de descanso.