El impacto de las hormonas tiroides en la fertilidad femenina

El impacto de las hormonas tiroides en la fertilidad femenina

Las hormonas de la tiroides cumplen una función clave en la función reproductora femenina. Una glándula tiroides que funciona con normalidad es esencial para la ovulación, la implantación del óvulo y el mantenimiento de un embarazo saludable. El exceso o defecto de hormonas tiroideas tiene como consecuencia problemas para lograr un embarazo o llevar un embarazo a término, abortos espontáneos, contrariedades durante el embarazo y parto prematuro. La Unidad de Reproducción La Vega comprueba con el estudio de fertilidad el estado de la hormona tiroidea para identificar si fuera esta la causa de la infertilidad y establecer un control que pueda restablecer la fertilidad en la mujer.

La tiroides es una glándula situada en el cuello que se encarga de regular el metabolismo segregando hormonas que se encargan de medir la respuesta del organismo a otras hormona, también equilibra los ciclos menstruales y la función ovulatoria. Si la mujer no tiene ciclos menstruales regulares o no tiene una ovulación adecuada, lograr el embarazo puede ser un desafío. Según algunos estudios, entre el 40 y 60% de los abortos espontáneos están relacionados con alteraciones tiroideas no tratadas.

Las alteraciones en la tiroides son más frecuentes entre mujeres de 25 a 45 años. El hipotiroidismo ralentiza el metabolismo porque la tiroides no produce la cantidad necesaria de hormonas para satisfacer todas las necesidades del cuerpo. Mientras que el hipertiroidismo produce demasiadas hormonas provocando que el organismo se acelere.

Con el fin de mantener el correcto funcionamiento de los ovarios y la maduración de óvulos, las hormonas tiroideas interactúan con los estrógenos y la progesterona, que son las principales hormonas sexuales de las mujeres. Si estas hormonas tiroideas están afectadas (hipertiroidismo o hipotiroidismo) pueden surgir irregularidades en los ciclos menstruales, además de problemas para conseguir un embarazo o poder llevarlo a término.

Hipotiroidismo y fertilidad. En ocasiones la infertilidad femenina está relacionada con una glándula tiroides hipoactiva. Esto sucede porque cuando una mujer tiene hipotiroidismo puede tener problemas en la liberación de óvulos (ovulación).  Asimismo, el hipotiroidismo puede provocar abortos de repetición.
Pero no solo la fertilidad de la mujer se puede ver afectada por esta alteración hormonal, aunque no es tan común, hay ocasiones en las que el hipotiroidismo y fertilidad masculina también van de la mano.

Hipertiroidismo y fertilidad. El hipertiroidismo afecta a los periodos menstruales, haciéndolos más irregulares, menos abundantes de lo habitual o incluso, haciendo que desaparezcan. Por eso es más complicado conseguir un embarazo. Cuando una mujer sufre abortos repetidos o infertilidad inexplicable, es fundamental realizar los análisis necesarios para descartar la posibilidad de que tenga hipertiroidismo.

Tanto el hipotiroidismo y el hipertiroidismo se pueden regular con medicación y ayudar a restablecer la fertilidad y a tener una gestación normal durante el embarazo. En cualquiera de estos casos, es necesario consultar al médico para llevar un control minucioso del nivel de hormona de tiroides y fertilidad femenina.

Un sencillo análisis de sangre puede detectar la cantidad de hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina) que se secretan. Es fundamental revisar el estado de tu glándula tiroides en los siguientes casos:

  • No se logra el embarazo tras 12 meses de intentos.
  • Cuando se sufren dos o más abortos.
  • Si se tienen periodos menstruales irregulares.
  • Si se tiene antecedentes familiares con problemas de tiroides.
  • Cuando se tienen un nivel bajo de esperma o antecedentes de problemas testiculares, de próstata o sexuales.