ESTUDIO DE FERTILIDAD DE ALTA COMPLEJIDAD: ESTRATEGIAS PERSONALIZADAS

ESTUDIO DE FERTILIDAD DE ALTA COMPLEJIDAD: ESTRATEGIAS PERSONALIZADAS

La reproducción asistida de alta complejidad requiere un estudio detallado y en profundidad del caso, y una estrategia muy personalizada. ¿Qué pacientes se consideran de alta complejidad? La Unidad de Reproducción La Vega considera de alta complejidad:

  • Fallos de implantación y abortos de repetición.
  • Baja reserva ovárica y óvulos de baja calidad, bien por causas genéticas o por enfermedad como endometriosis;
  • La maternidad en edad avanzada, mujeres que desean ser madres con sus propios óvulos cumplidos los 40 años.

Antes de iniciar un tratamiento es necesario encontrar las causas que impiden lograr la gestación. En la Unidad de Reproducción la Vega trabajamos sobre un concepto de atención integral al paciente, fundamentado en más de 35 años de experiencia y especialización en reproducción asistida, investigación, avances científicos y tecnológicos, innovación en el área genética, y el trabajo conjunto de múltiples profesionales focalizado en conseguir un embarazo a término y tener un bebé sano en casa

Casos de alta complejidad

  1. Fallo de Implantación y aborto de Repetición. El estudio de las causas del aborto de repetición (AR) aborda distintos factores como la edad de la mujer, las circunstancias que rodean las pérdidas gestacionales tempranas, o los antecedentes personales y familiares, entre otros.
  • Factores genéticos. Las anomalías genéticas y las alteraciones cromosómicas en el embrión suponen el 50% de los abortos. En estos casos, antes de la implantación de los embriones, es necesario aplicar un análisis genético antes de la transferencia al útero materno. Este estudio, que realiza nuestro departamento de Genética Reproductiva, se denomina Test Genético Preimplantacional (PGT) y permite la determinación de anomalías cromosómicas numéricas (aneuploidías), así como de mutaciones genéticas del ADN, que originan enfermedades genéticas hereditarias y alteraciones de cromosomas, que también dan origen a enfermedades genéticas transmisibles.

Por otra parte, con el estudio del cariotipo se estudia la posible existencia de alteraciones en los cromosomas de cada miembro de la pareja que puedan predisponer al aborto.

En el varón se realizan varias pruebas. El F.I.S.H. permite la visualización y estudio de los cromosomas de los espermatozoides; también puede estudiarse la fragmentación del ADN espermático. En la mujer se evalúa mediante histerosalpingografías, la anatomía del útero al objeto de detectar o descartar la presencia de malformaciones, miomas, pólipos, fibromas, adherencias en el tejido cicatricial o la insuficiencia cervical, que se produce cuando el cuello del útero es incapaz de soportar el embarazo, abriéndose de forma prematura y provocando la pérdida.

  • Factores inmunológicos. Las alteraciones del sistema inmunológico provocan la intolerancia de la mujer y ponen en riesgo el desarrollo del feto al considerarlo un cuerpo extraño. Es importante que se produzca un estado de tolerancia entre los sistemas inmunitarios de la madre y del embrión para que el embarazo evolucione satisfactoriamente.

Estos casos son bastante complejos y requieren del estudio de los mecanismos metabólicos, inmunológicos y endocrinos que intervienen en esta decisiva fase del embarazo para la aplicación del tratamiento idóneo.

  • Síndrome antifosfolípido. Provoca alteraciones en la coagulación de la sangre materna que impiden la formación de la placenta o el desarrollo del feto, lo que exige un abordaje multidisciplinario médico-obstétrico, así como una intervención terapéutica basada en la combinación del ácido acetil salicílico e inyecciones de heparina de bajo peso molecular. 
  1. Baja reserva ovárica.

La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que tiene una mujer en sus ovarios.  Cada mujer nace con una cantidad de óvulos y, a medida que pasan los años, esa reserva se va agotando. Actualmente este problema es muy frecuente por el creciente retraso de la maternidad, y cada vez son más las mujeres de más de 40 años que necesitan de la ayuda de un tratamiento de reproducción para conseguir el embarzo. Pero, esto no quiere decir que no se pueda ser madre con óvulos propios, lo que sí es clave para lograr el embarazo es obtener un óvulo de buena calidad y cuidarlo. No obstante, la baja reserva ovárica puede presentarse a los 30 años por diversas causas como son la endometriosis, el estrés, tabaquismo o alimentación.

Para conocer las causas se realizan distintas pruebas: estudio de folículos antrales, análisis de hormona antimülleriana (AMH), perfil endocrinológico (tiroides, prolactina, hormonas sexuales), cariotipo, estudio X frágil, estudio de autoinmunidad tiroidea y suprarrenal.

Con el diagnóstico establecido pueden emplearse los siguientes tratamientos:

  • Preparación de folículos antrales con sustancias hormonales para tratar de conseguir mayor número de ovocitos .
  • Programa de rejuvenecimiento ovárico. Administración de plasma enriquecido con factores de crecimiento, permitiendo así restaurar la función ovárica; siempre y cuando, exista en los ovarios un conjunto de folículos residuales. Asimismo, vamos a mejorar el número de folículos, porque la calidad de los mismos está en relación directa con la edad.
  • Ciclos de acumulación de ovocitos mediante estimulaciones seriadas hasta conseguir un número de ovocitos adecuado.

En definitiva, si hay algo que caracteriza a la reproducción de alta complejidad es el estudio pormenorizado del caso y las horas de trabajo que se dedican a la paciente previamente al inicio del tratamiento.