Virus Papiloma Humano, ¿impide tener hijos?

Virus Papiloma Humano, ¿impide tener hijos?

El virus del papiloma humano (VPH) es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Existen más de cien tipos distintos de VPH. Alrededor de 40 tipos pueden infectar las zonas genitales femenina y masculina: vulva, vagina, cuello uterino, recto, ano, pene y escroto. La mayoría de las personas afectadas no tiene síntomas y se sienten perfectamente bien.

No existe ningún tratamiento médico que elimine el virus del papiloma humano una vez contraído. La infección se cura por sí sola, cuando el sistema inmune logra superarlo. Mejorando las defensas se debilita al virus y con ello desaparecen síntomas como las verrugas. Pero en ocasiones únicamente se pueden tratar, con medicación e incluso cirugía, sin por ello erradicar el virus.

En las dos últimas décadas, múltiples estudios han aportado una sólida evidencia que apunta al virus del papiloma humano (VPH) como agente causal de la práctica totalidad de los casos de cáncer de cuello de útero y de sus lesiones precursoras. Sin embargo, los virus de alto riesgo oncológico son muchos menos que los de bajo riesgo y, por eso, menos frecuentes. En concreto, los más estudiados son los tipos 16 y 18, para los que existe vacuna.

¿Supone una amenaza para la gestación?

El virus del papiloma no representa causa de esterilidad, siempre y cuando la paciente realice sus controles habituales. Una mujer afectada por el virus puede quedarse en estado, y además existen muy pocas posibilidades de que tenga consecuencias en el desarrollo normal de la gestación. Asimismo, una mujer embarazada puede contraer el virus.

En los casos en los que se detectan lesiones de tipo pre cancerígenas una alternativa de tratamiento es la realización de una conización cervical, que supone la extirpación en forma “cónica” de la parte externa del cuello del útero. Este procedimiento no tiene por qué causar problemas de infertilidad, sin embargo, de forma excepcional, puede ocurrir que el cono cierre completamente el cuello del útero impidiendo el paso a los espermatozoides.

¿Existe riesgo de transmisión al bebé?

El riesgo de infección en el recién nacido es muy bajo. En la mayoría de las ocasiones el sistema autoinmune se encarga de eliminar el virus de forma natural y sin mayores complicaciones. La vía de transmisión puede ser intrauterina, a través del canal del parto o incluso postnatal. Por ello, no se considera indicada la cesárea para finalizar la gestación, salvo si el canal del parto está obstruido por las lesiones, o si el parto por vía vaginal puede provocar un sangrado excesivo.

¿Cuándo es aconsejable vacunarse?

La vacuna es una herramienta muy importante en la prevención. Actualmente hay tres: la bivalente (cervarix) contra el HPBV; la cuatrivalente (Gardasil) contra el 16/18/6/11; y la nonavalente (Gardasil) contra los VPH 16/18/6/11/31/33/45/2/58. Las tres protegen de la infección por los tipos 16 y 18 de VPH, dos de los virus del papiloma humano de alto riesgo que causan cerca de 70% de los cánceres de cuello uterino.

Estas vacunas, aunque sean inactivadas, no deben administrarse durante la gestación. Ninguna de las vacunas, según la OMS, está recomendada en la lactancia. Aunque no hay estudios suficientes respecto a vacunación y tiempo de espera para la búsqueda de embarazo, la recomendación es de un mes desde la última dosis. Si ya se ha iniciado la pauta de vacunación y no se ha completado, hay un año para poder finalizarla.